Al principio fueron las vallas publicitarias en la calle, luego vinieron los pequeños anuncios en los primeros periódicos de finales del siglo XIX y más tarde, con el auge económico, los anuncios en televisión. El mundo de la publicidad se ha ramificado al ritmo de la evolución tecnológica y, hoy en día, esta herramienta fundamental para las empresas ha desarrollado una nueva forma, más intangible y menos material: hablamos de la llamada publicidad digital o digital advertising.
El término inglés “advertising” suele referirse a cualquier forma remunerada de promoción y presentación no personal de bienes y servicios a través de los medios de comunicación, como la televisión, las revistas y los periódicos impresos: cuando los medios de comunicación de masas aceptan ceder espacio a un patrocinador determinado, se puede hablar de “advertising” o “publicidad”.
Al añadir el adjetivo “digital” al término “advertising”, hablamos, por tanto, de actividades publicitarias que se desarrollan exclusivamente online: en función de ello, presentan ciertas características que las diferencian profundamente de la publicidad más clásica. He aquí en qué medida.
Digital advertising: sus características
Más allá del canal utilizado, o sea internet, la publicidad digital se diferencia del marketing tradicional por ser mucho más selectiva: de hecho, online es posible segmentar la base de clientes a los que se lanzará el mensaje, enviando la promoción de manera más personalizada.
La segunda característica clave es el mayor grado de interactividad. Trámite las llamadas “call-to-action”, el usuario destinatario del mensaje podrá interactuar con el contenido publicitario: por ejemplo, podrá participar a una encuesta, hacer clic sobre un banner o completar otras acciones específicas para alcanzar un determinado objetivo.
Por último, el digital advertising se puede medir: de hecho, existen una serie de métricas (las Benchmark Metrics y las Vanity Metrics) que permiten valorar el impacto sobre los clientes de un tipo de publicidad en concreto. Pensemos, por ejemplo, en la posibilidad de calcular cuántos usuarios han hecho clic en el banner, o cuántos han realizado la acción que la marca deseaba.
Las herramientas del digital advertising
Los profesionales del sector tienen a su disposición distintos tipos de herramientas que les permiten convertir un sitio o una página web (incluso las redes sociales) en un espacio publicitario.
En lo que respecta a los sitios web, los elementos más comunes que se integran en una estrategia de publicidad digital son los banners y las ventanas emergentes. Sin embargo, una empresa también puede publicitarse enviando correos electrónicos a sus clientes (por ejemplo, boletines informativos) o posicionándose lo más arriba posible en los resultados de búsqueda de Google (cuidando así su SEO) y, por último, centrándose en el marketing de contenidos, es decir, en la producción de contenidos de calidad que sirvan de escaparate para los productos y servicios de la empresa (abrir un blog es esencial en este caso).
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